Hay que ser pelotudo...

Jueves 25 de Febrero de 2010. Martín Manuel Padín "patea" Tribunales. Martín tiene que viajar a Retiro en el 115 para acudir a los "Civiles" de Av. de los Inmigrantes. Martín no tiene monedas, por ende decide adquirir un producto en un comercio ("Kiosco") a efectos de conseguir el peso en monedas que requiere para completar el peso con veinte que exige la empresa de transportes para llegar a destino.

Por todo ello, Martín acude a un kiosko de Carlos Pellegrini al 600, para adquirir un producto y encontrar las monedas tan deseadas. A sabiendas de que tiene un par de billetes de 5 pesos en su billetera, decide escoger de una heladera una "vitaliza", ya que el costo de la misma es de 4 "pe", y el mismo se encuentra señalizado en el borde superior de la lata. No había manera de ser engañado.

Martín decide ir a pagar el producto (porque no es un chorro) para así poder llevárselo, y así poder disponer de sus preciadas monedas. A Martín lo atiende una "kiosquera":

- K: "Son 4 pesos".

- M: "Ahí ta'".

- K: "Ya te doy el vuelto".

De repente, irrumpe en la escena el dueño del Kiosko. Martín, se encontraba con su billetera abierta, y mientras se ponía a hurgar en la profundidad de la misma para observar por enésima vez en el día sus tarjetas de prostíbulos a los cuales acude asiduamente, un billete de 10 "pe" sale a la luz en un 70% de su cuerpo, gracias al movimiento del inquieto dedo menique de la mano derecha de Martín.

- Dueño garca del Kiosko: "Flaco, ¿no tenés un billete de 10 o 20 pesos?...estoy liquidado con las monedas".

Martín queda obnubilado y absorto. Su cometido no iba a poder cumplirse. Un comerciante decente de clase media dejó de lado el pacífico objetivo del comprador, para poder colocarse una moneda más de un peso al cierre del ejercicio en su ano cacareo. Martín no supo que responder, la cara de Belgrano asomaba bien "careta" desde el centro de la billetera, casi con la misma cara de garca que el Kiosquero.

- M: "............................Ah...bueno, tomá".

Más pelotuda puede considerarse a la "víctima" en cuestión, si se tiene en cuenta que al salir del Kiosko, de la bronca arrojó al tacho de basura la bebida sin abrir.