miércoles, 18 de julio de 2007

La fuente del afrancesado

No ha pasado mucho tiempo del triunfo de Macri en la Capital Federal hasta hoy. Tampoco así, de que las obras que se habían iniciado en la ciudad se hayan tomado un “descanso”, o mejor dicho, un “cese”. La realidad indica que se están lentificando cada vez más las obras en la ciudad, desde el momento en que Telerman perdió la oportunidad de pelear frente a frente con Macri en una segunda vuelta.
Otra realidad también, es que la futura política que tendrá la ciudad de “reducción del gasto pública” (ya bastamente conocida por todos los argentinos y que va a volver a aplicarse indefectiblemente, en este caso, tan solo en una sola ciudad), hizo que como una especie de “medida cautelar”, Macri se sentase frente a Telerman y le pidiera expresamente que parara todas las obras que se habían planificado darle inicio, y que aquellas que estén a medio hacer, “Que sigan a medio hacer, siempre es mejor que las obras públicas no estén terminadas, para que la gente se siga entusiasmando con los cimientos que se ven, e imaginen un futuro PROspero”. Esto fue exactamente lo que manifestó Macri, según fuentes oficiales.
Es el día de hoy que aquellas promesas insulsas y vacías que hizo Telerman no se están concretando. Y bueno, ustedes dirán, era obvio. Yo les contesto “Si, muy obvio”.
Pero para redondear la idea, les presento un ejemplo. Aquí a dos cuadras de mi casa se encuentra apostada la Plaza Saenz Peña, en la intersección de Boyacá y Juan B. Justo. Dicha plaza fue una de las tantas que Telerman arregló “a los pedos”, (Según así calificaron los asistentes del “afrancesado” a la política de obras públicas que se estaba llevando a cabo) la cual en realidad, una asamblea vecinal, previo a toda refacción, habían iniciado un reclamo que duró unos extensos 4 años. Mientras tanto, en la plaza se seguían violando mujeres y algún que otro jugador de las inferiores de Argentinos Juniors, seguían habiendo “rateros”, y en su momento, según varios vecinos del barrio, en las peores épocas de esta plaza, se lo habría visto al jugador D’alesandro (hoy Crack, ayer no tanto) manteniendo sexo con el Bambino Veira. Tengan en cuenta que son solo rumores de más de 570 vecinos. Mas volviendo al punto en si, la plaza fue debidamente refaccionada, e incluso se le construyó en el centro una gran fuente, digna de un barrio serio, no como Villa Gral. Mitre. La fuente disparaba grandes chorros danzantes que sorprendían a todo el que pasaba, ya que éstos chorros, danzaban alrededor de uno y luego sacaban un “fierro”, y posteriormente te pedían toda la guita. Eso si, además, largaban chorros enormes de agua. La fuente duró tan solo 5 días en funcionamiento, y desde hace un mes que está cercada por unas cuantas vallas recubiertas con una tela anaranjada de emergencia. Me he paseado por otros barrios con fuentes y chorros danzantes y las mismas proceden con un debido funcionamiento, en perfecto estado.
Como vemos, las obras no siguen. Ni siquiera las reparaciones. Es que reparar una fuente efectivamente forma parte del gasto público, y como dije antes, cautelarmente “no hay que gastar una mierda”, como bien le dijo Macri a Telerman en la reunión que mantuvieron.
Obviamente, como ciudadano blanco y decente, llamé al Gobierno de la Ciudad, consulté, y uno de los famosos “ñoquis” (así INNOVÓ Macri en llamar a los empleados del GCBA) me dijo que específicamente el problema de la fuente de mi plaza era que “los chorros no pueden despegar debidamente debido a la falta de energía y potencia que requieren para ello, con lo cual hay que esperar que se solucione la crisis energética. Lo que vos viste en los otros barrios a nosotros nos chupa un huevo, ya que no es nuestra jurisdicción, pero a Villa Mitre la crisis energética llegó para quedarse”. Luego procedí a tratar al famoso ñoqui de Conchudo, de una manera muy formal y categórica.

La ciudad está en orden.

La información no fue debidamente chequeada. Ley 23.444.

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