sábado, 27 de octubre de 2007

Anécdotas académicas

Para la formación empresarial de la dama y el caballero

Ayer tuve, como todos los Viernes, Contratos Civiles y Comerciales. No entraré en detalles, pero la cátedra con la cual la estoy cursando, es un desastre de “pe a pa”. Tan desastre es, que la Dra. A cargo no sabe como suplir su ausencia y malestar con el alumnado, producto de diversos enfrentamientos acaecidos durante el primer cuatrimestre. Es por ello que a poco de comenzado el segundo cuatrimestre, vino a dar una clase un Dr. (o sea, un hombre). Es importante remarcarlo, ya que hasta el momento, eran todas minas dando clase. No dejó demasiada “estela” en el aire el susodicho, ya que su clase de aquel momento, fue una reverenda “garcha”, la cual no solo no se entendió nada, sino que además, producto de ello, obviamente, a todos nos dio a entender que era Contador y no Abogado.
Pues ayer vino nuevamente, por segunda y última vez, según dijo él. Dio tres contratos que no vienen al caso mencionarlos. Nuevamente su clase fue una “garcha” total, la cual no se entendió un “soto”. Pero lo interesante, no fue el contenido académico de la clase, que sinceramente, dejó mucho que desear, sino el contenido de “experiencia de vida” que ha sabido verter durante aproximadamente 60 minutos en la cabeza del alumnado. El tipo vino vestido como un “dandy” de División Miami. La onda que pegó en el alumnado femenino, hasta donde yo pude percibir, fue bastante positivo. De fondo se escuchaba algún que otro “Ay, es re simpático”. Y si, como no podía faltar, alguna desubicada dijo…”Ay, como le chuparía la poronga”. Pero bueno, son casos de gente demasiado sincera. Yendo a lo más importante, este supuesto Dr., confirmó su condición como tal, cuando se sentó frente a los alumnos, y dijo: “Esta es mi segunda y última clase con ustedes. Como no voy a venir más, quiero tirarles algunas recomendaciones de abogado a futuro abogado, para que les sirva durante toda su vida. Yo soy un Abogado comercialista, no soy del estudio Farell, eso está claro. Tampoco vengo de familia de Abogados, vengo de familia de empresarios, de manera que he tenido que aprender millones de cosas absolutamente solo y preguntando tonteras (sic). Lo que es muy importante que se den cuenta ahora, y no mañana…es que el verdadero enemigo de ustedes no va a ser el juez, ni tampoco ese compañero de facultad, con el cual les tocará litigar, el que previo a ello era un divino, y luego se convertirá en una rata (sic). Chicos, el verdadero enemigo de ustedes en la profesión, va a ser el plazo…(…)…(prosigue)…BUENO, YO, COMO DIJE, SOY ABOGADO COMERCIALISTA, Y COMO BIEN DEBEN SABER YA, EL DERECHO LABORAL NO NOS GUSTA PARA NADA A LOS COMERCIALISTAS. IMAGINENSE, LLEGADO AL CASO, DE TENER UNA EMPRESA COMO CLIENTE, Y PARA HACER ALGUN EXTRAÑO MOVIMIENTO COMERCIAL, TENER QUE RAJAR AL 50% DEL PERSONAL. Y, USTEDES SABEN QUE EN ESA SITUACION SIEMPRE VA A SALTAR ALGUN LABORALISTA DESUBICADO A DEFENDER AL TRABAJADOR”. Concluyó el “doc”.
Lección de vida.

“En esta facultad, los mosquitos van al gimnasio”

Fue la frase de Federico Javier Gonzalez, alumno de la Facultad de Derecho, por demás acertada. Ayer, estuve merodeando en un momento, absolutamente solo por el pasillo que comprende a las aulas 45 a 49bis, y estos mosquitos físico culturistas de los cuales habló el amigo “Fede”, casi me dan una paliza mucho más fuerte que alguna que podría haber recibido por parte de Adrián Rousseau, Alan Schlenker y varios más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esos mosquitos de mierda me tienen las pelotas por el piso. Encima siempre me tocan esas aulas de mierda, haga regular, invierno, verano...
En cuanto a lo primero.. no debería sorpender en la facultad de derecho...

MarcosKtulu dijo...

Tenemos mosquitos fisicoculturistas que vienen fortalecidos a chuparnos la sangre. Así es la preparación en la universidad del cuervo.