El INDEC informa que no solo disminuyó considerablemente la pobreza en el país, sino también la cantidad de "negros"

Un exhaustivo y confiable estudio del INDEC, no solo prestaría un único indicador hoy en día. Debido a todo el “revuelo” que se suscitó dentro del Instituto, algunos estadistas no tuvieron mejor idea, que poner manos a la obra, y elaborar nuevas medidas, nuevos índices, para dar así un panorama más amplio de la situación económica y social del país. Fue así, como un equipo de investigadores del Instituto, se dedicó con sumo esfuerzo a medir el índice actual de pobreza en nuestra nación y además, también, el índice de elevación y disminución de “negros”. “La palabra negro en nuestro país representa algo que en otros no representa. Y por sobre todas las cosas, hoy es muy común oírla, así como también ayer. De manera que, titular a este nuevo índice con la palabra negros, no debería de llamar mucho la atención, por cuanto la misma no deja de caérsele de la boca a casi un 60% de nuestros habitantes para hacer referencia a algo feo, desagradable o molesto, unas 17 o 18 veces diarias. Va directo a ser un sinónimo de la palabra cachivache o porquería”. De esta manera desarrolla la explicación del nuevo índice, la Licenciada Flora Animal, una de las más importantes investigadoras del Instituto. “En si, este índice, lo que hace es medir, ya no solo el nivel y porcentaje de pobreza en nuestra nación, sino además, contabilizar la cantidad de negros nuevos que hay en el país, y negros que dejan de serlo”. Lo que quiere decir la licenciada es, que quien comienza a tomar costumbres diferentes a las que tiene la clase media en general en el país, no solo comienza a recorrer un mal camino, sino que “va directo a ser apodado en un futuro como un negro de mierda”. Así mismo, quien sale de la pobreza de una manera sorprendente, como son varios los casos de nuestros conciudadanos en estas épocas, luego, “comienza a comprar ropa en el Alto Palermo. Tras un aumento en su salario, renueva su celular cada dos meses, compra su primer auto, comienza a tener más diálogo con un taxista en el momento de tomarlo, empieza a odiar a los colectiveros, etc,. Podría decirse tranquilamente, que para esta sociedad, esta persona ha dejado de ser un negro”. Contundente.
En si, podemos deducir fácilmente, que la “negrura” en nuestro país no se mide ni cuantifica teniendo en cuenta el color de piel de una persona. Se lo determina a través de actitudes que la sociedad considera “chongas y ordinarias”, según concluye la Licenciada. “Hoy, si no tenés onda, sos un negro. Hay mucha gente que no se sienta al lado de un boliviano en el bondi, pero solo por la actitud, según muchos dicen. Es que de verdad, tienen cero onda…(…)…Ahora, si el boliviano con el cual te tenés que sentar, es el Evo Morales, que se viste con sacos y prendas hechas por los negros bolivianos más pobres de todos, pero que a la hora de medir su valor de mercado, son prendas sumamente costosas…y bueno, evidentemente, tiene una terrible onda ese boliviano”. Como podemos ver, la Licenciada, ya nos habla en un léxico muy juvenil, y hasta podríamos decir que está para darle…un cachetazo.
Ahora, ¿qué es lo más importante de todo esto?. Yo diría, el nivel auténtico de negros que hay en nuestro país. Según la Licenciada, esto “es una “pelotudez” medirlo”, toda vez que, según los parámetros sociales, el que es pobre es negro. Con lo cual, según el confiable índice del INDEC, el porcentaje neto de pobres que tenemos hoy en día, es del 23,8% (Yo diría que mucho menos eh…) y, por lógica, el porcentaje de negros, a nivel nacional, sería exactamente el mismo. Ojo, a esto hay que agregarle otros negros, que son catalogados como tales, ya que no se han ganado el respeto de la clase media, y mucho menos, el de los estratos más altos de la sociedad. No se me vienen muchos ejemplos a la cabeza, pero si podemos tomar a uno, que vendría siendo Marcelo Tinelli, quien, como bien ya dijo Silvia Suller en su momento, es un “Negro provinciano, Hilter y Auschwitz”.